
Quinn Dornstauder, el quinto fichaje para la temporada 2017-2018, completó un juego interior joven y talentoso, sin duda, motivo para ilusionarnos. Procedente de la Universidad de Arizona State, la pívot canadiense, de 193 centímetros de altura, llegó a Bembibre a punto de cumplir los 22 y después de participar en el training camp de Los Ángeles Sparks, equipo campeón de la WNBA. Afronta su primera experiencia overseas con muchas ganas. «Me gusta trabajar todos los días para mejorar mi juego y hacer mejores a mis compañeras», aseguraba la interior norteamericana cuando se anunció su incorporación. Su entrenador, Fran García, la describió entonces como “una 5 con capacidad para intimidar en la pintura. Destaca por su juego de espaldas al aro”, apostilló.