Los números que endulzaron el enésimo milagro del Embutidos Pajariel Bembibre

Todos fuimos conscientes en 2012, cuando una localidad tan pequeña como Bembibre llegó a una élite del baloncesto femenino español en la que entonces reinaba el hoy extinto Ros Casares, que no sería fácil competir en la ahora denominada Liga Femenina Endesa. No obstante, si alguien tuviera que escribir un guion recopilando todas las adversidades que se le pueden plantear a un equipo, podría recurrir a lo acontecido en el Embutidos Pajariel Bembibre a lo largo de la temporada 2019-2020 para rodar una película con una historia basada en hechos reales.

Es cierto que el final fue feliz con la permanencia asegurada después de que la Federación Española de Baloncesto (FEB) y los clubes acordaran que no habrá descensos debido al accidentado final de curso provocado por la crisis del coronavirus. Sin embargo, las lesiones se unieron a multitud de percances que apenas permitieron a la escuadra dirigida por Pepe Vázquez disfrutar. Quizá como  consecuencia de ello, sólo pudo sumar cuatro triunfos en veintidós jornadas de una liga regular inconclusa por esta tragedia sanitaria que, sin duda, cambiará todos nuestros hábitos.

Una sucesión  de desgracias culminada con una crisis sanitaria

Por si fuera poco ese cúmulo de lesiones en momentos clave de la competición, cualquier detalle dificultó el desarrollo de la octava temporada del conjunto del Bierzo Alto en la Liga Femenina Endesa. Problemas burocráticos, complicaciones en la adaptación de algunas jugadoras y viajes en condiciones poco ventajosas fueron algunas de las dificultades de una escuadra que acusó más que nunca ser la más humilde de la categoría, tener el menor presupuesto. Como cierre de la  temporada, la crisis sanitaria obligó a suspender la temporada con cuatro jornadas de la liga regular pendientes. Posiblemente, en el mejor momento del equipo tras una meritoria victoria en Cataluña.

La caótica situación que vivió el país cuando se decretó el estado de alarma a mediados de marzo obligó a las jugadoras a hacer las maletas e irse a sus casas. Muchas de ellas ni se pudieron despedir. De hecho, la capitana, Alejandra Quirante, asegura que “no era la forma en que esperaba terminar la competición. Bembibre es un sitio en el que me he sentido como en casa durante estas dos temporadas y estoy segura de que volveré para cambiar el regusto amargo de esa salida”, recalca la base mallorquina, que asegura que “me quedan sonrisas y abrazos por repartir y buenas palabras que decir”.

Luchando un año más desde la humildad

Pese al evidente y positivo crecimiento de la Liga Femenina Endesa durante los últimos años, el conjunto del Bierzo Alto volvió a adaptarse a la competición en la medida de lo que su capacidad económica le permitió. Cosechó su mayor victoria desde que milita en la máxima categoría, 72-42 sobre Nissan Al-Qázeres, y superó en sus dos enfrentamientos a Cadí La Seu, uno de los equipos punteros y ya clásicos de la máxima categoría del baloncesto femenino español.

Sus jugadoras, además, ofrecieron interesantes guarismos. El curso comenzó con muchas caras nuevas debido a que el anterior, en el que el equipo acarició el play-off, fue más que notable. No obstante, una jugadora que se había ido, Julia Gladkova, regresó al inicio de la segunda vuelta en busca de los minutos y quién sabe si el cariño que tanto le ayudó en su primer año. Si ya había destacado entonces con el cuarto mejor promedio anotador, en su regreso, aunque disputando apenas nueve partidos, volvió a registrar la cuarta mejor media de puntos (15,2). Presentó, asimismo, el mejor promedio (5,1) de faltas provocadas. La internacional rusa tuvo una importancia indiscutible e instantánea, ya que en su reestreno, ante Rpk Araski, fue la máxima anotadora (22 tantos) de la 14ª jornada y estuvo en el quinteto ideal de la misma. En la siguiente, ante Campus Promete, volvió a ser la máxima realizadora del fin de semana con 24 puntos.

La alero de Kursk cubrió la baja de Juca Vojinović con la idea de lograr una salvación que finalmente se consiguió. Su fichaje, sin embargo, llegó acompañado de una noticia muy dura. Segundos después de recibir el transfer se lesionaba una de sus una nuevas compañeras, Ije Ajemba, lo que dejaría muy mermado el juego interior durante tres jornadas. La posterior lesión de larga duración de María Gascón sería otro varapalo para un equipo que ya había sufrido la lesión de Brooke Salas después de jugar varios partidos con molestias y mucha precaución. La talentosa rookie estadounidense, sin duda, fue una de las sensaciones de la Liga Femenina Endesa. Incluida en el quinteto ideal de la 8ª jornada, tuvo una gran contribución en la anotación, el rebote y las recuperaciones.

Revelaciones españolas

Otra novata en la Liga Femenina Endesa, Itsaso Conde, mostró una progresión incuestionable a lo largo de la temporada. Procedente del Aros Patatas Hijolusa de la Liga Femenina 2, la interior alavesa acabó como la máxima taponadora (21) e igualada en el promedio (1) con Erika de Souza encabezando la lista en este apartado estadístico. Hablando de evolución, no se puede obviar el trabajo de Clara Cáceres en su segunda temporada. La cordobesa aumentó sus minutos en pista y añadió un gran acierto en el tiro exterior (segundo mejor porcentaje de la competición con un 54%). Para el recuerdo, sin duda, aquel 3/3 en triples contra Durán Maquinaria Ensino.

Si hablamos de progresión, tampoco podemos evitar hablar de Alejandra Quirante, quien se convirtió en centenaria en la Liga Femenina Endesa y alcanzó la cifra de 200 partidos en las competiciones de la FEB. Con muchos más minutos en pista, la mallorquina respondió firmando los mejores números de su carrera. Quinta base en valoración, fue incluida en el quinteto ideal de una jornada, la 13ª, en la que hubo un MVP compartido entre Leia Dongue y Jennie Simms.

Una plantilla con internacionales y estrellas en sus selecciones

Incuestionable es, asimismo, el compromiso de la argentina Vicky Llorente y la belga Heleen Nauwelaers, habituales en las convocatorias de sus respectivas selecciones.  La ala-pívot de Lanús confirmó lo que expuso en su primer año en el club y desempeñó, por ejemplo, un papel importantísimo en la victoria (77-81) ante Cadí La Seu que finalmente supuso el cierre de la temporada.

Por su parte, la alero nacida en Duffel ofrece siempre un rendimiento que trasciende los números. Su trabajo diario y su ejemplar comportamiento hacen de ella la compañera perfecta. Puede estar más o menos acertada, pero siempre pone su esfuerzo y su inteligencia al servicio del colectivo. Resume las virtudes de una jugadora necesaria en cualquier equipo.

Por último, Jackie Luna-Castro llegó mediada la temporada para reforzar un juego interior muy mermado debido a la baja de la estadounidense Maddie Manning tras el parón de noviembre. La mexicana, estrella en su selección, quizá pagó excesivamente el salto a una competición tan potente como la Liga Femenina Endesa. También le costó mucho adaptarse a una Inja Butina que ofreció, no obstante, buenos minutos. Tuvo un gran papel en la victoria, por ejemplo, en La Seu d’Urgell. También sumó para el milagro.

Fotos: Mila García y Rodo López.

Vídeo: Prensa Club Baloncesto Bembibre



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